Con una producción que incluyó músicos, coristas y bailarines, logró emocionar a distintas generaciones con sus letras y su energía en el escenario.

Por Soledad López y Victoria Allassia

Este viernes, el Metropolitano fue testigo del amplio repertorio del dúo. Los hermanos Galán, que celebran más de 40 años de carrera, presentaron su más reciente show ante un público que agotó las entradas. Antes del inicio, Mercedes Borrel junto a Leandro Bonfiglio dieron apertura al evento. Interpretaron composiciones propias, a las que los asistentes acompañaron con aplausos. La cantautora presentó canciones de su primer álbum y contó que estaba trabajando en el lanzamiento del próximo.

A las 21:30 el salón estaba casi lleno de espectadores. Hubo concurrencia de un público mayormente femenino, aunque varios hombres también asistieron. “¡Cuántas mujeres que hay!”, se rió uno de los espectadores. Desde adultos mayores que corearon sus canciones, hasta jóvenes que disfrutaron con cada interpretación, la música de Pimpinela logró unir generaciones.

El espectáculo inició a las 21:45 con una emotiva proyección que recorrió la historia de los artistas. “Amor de hermanos” fue la primera canción que interpretaron, el público respondió con fuertes aplausos y una gran ovación. Sin pausa entre una y otra, le siguieron “Esto no es amor” y “Yo qué soy”.

Luego, varios fans alzaron carteles que se habían repartido antes de iniciar el show en los que expresaron su admiración a Lucía. Visiblemente emocionada, agradeció el cariño: “Estar aquí cantando es una bendición”. Tras atravesar unos meses delicados debido a la detección de un quiste premaligno en el páncreas y después de haberse sometido a una intervención quirúrgica en junio, reconoció que todos enfrentan sus propios desafíos.

Foto de @giulianareynaph

Los hermanos, vestidos de blanco, deslumbraron con una puesta en escena que incluyó no solo sus icónicas canciones, sino también un gran despliegue actoral y coreográfico. Lucía, con 63 años, y Joaquín, de 71, demostraron que su capacidad vocal sigue siendo impresionante: cantan sin playback, ni autotune y con una afinación perfecta.

Cantaron también sus últimos lanzamientos: “Traición”, “Lloro” y “Cuando lo veo”, con la proyección de sus correspondientes videos en pantalla. En medio del show, invitaron a dos participantes del público a contar sus historias de amor y luego a entonar juntos “Se va, se va”.

Entre risas, el cantante fue objeto de un divertido cartel que le escribieron unas fans: “Joaquín, quedate con nosotras y dejamos a nuestros maridos”. La respuesta de Lucía no se hizo esperar: “Quédense piolas como están. Yo sé por qué se los digo”, contestó provocando carcajadas del auditorio.

El espectáculo se llenó de elogios a Lucia por su interpretación de “Yo, Dueña de la Noche”. El público la aclamó de pie. Una espectadora no pudo evitar comentar lo impactante que era escucharla en vivo, resaltó que hoy su voz es incluso “superior a la de los discos”.

El momento cumbre de la noche llegó con la interpretación del clásico “Olvídame y pega la vuelta”, donde la audiencia cantó al unísono. Antes de comenzar a cantarla, Lucía hizo su clásica pregunta: “¿La quieren con pelea o sin pelea?”. El público respondió frenético: “¡Con pelea!”.

Dos horas y media de show, cambios de vestuario, bailarines y una presencia escénica digna de elogio. El dúo logró cautivar a los presentes, mientras que los músicos también hicieron su parte. Dos guitarristas, dos tecladistas, un baterista y un percusionista acompañaron de manera impecable. Pimpinela no solo revivió sus grandes éxitos, sino que además reafirmó su lugar en el corazón de todos los presentes. Un cierre perfecto para una noche inolvidable que dejó a todos con ganas de más.