Por Victoria Allasia y Soledad López

La mayoría empieza por un desafío entre amigos que luego se convierte en una forma de pertenencia. Esta conducta reiterada puede evolucionar a la ludopatía. Las redes sociales y los influencers refuerzan la tendencia con su constante promoción.

El 75% de los jóvenes cree que las apuestas online pueden convertirse en una adicción - Infobae

La ludopatía infantil y juvenil crece de modo alarmante tanto en Rosario como en elpaís. Comienza con un desafío entre amigos y se apoya en la idea de que jugar es una manera de ser parte del grupo. Los jóvenes se ven impulsados por un entorno social donde apostar se convierte en una forma de integración, reconocimiento y validación. Este fenómeno no es casual: las plataformas atraen a menores mediante la normalización de las apuestas deportivas. Por su lado, las redes sociales y los influencers refuerzan la idea con su constante promoción.

Un estudio de UNICEF Argentina reveló que ocho de cada diez adolescentes tuvieron contacto con páginas o aplicaciones de apuestas online en el último año, ya sea a través de su propio acceso o con la ayuda de alguien cercano. Más de la mitad juega con la esperanza de ganar dinero, mientras que un 30 por ciento lo hace por diversión. El ingreso a este mundo rara vez se da de golpe, suele comenzar como un juego, un reto entre amigos o una forma de sumarle emoción a un partido. Sofía Medun, coordinadora de la Agencia Local de Prevención y Abordajes de Consumos Problemáticos de Rosario, advirtió: “La ludopatía infantil es el último eslabón de la cadena”.

¿Cuál es el principal motivo por el que vos o la persona de tu entorno apuesta online?

Los juegos de apuestas se caracterizan por involucrar incertidumbre, quien participa arriesga algo (dinero, objetos u otros bienes) con la expectativa de obtener un premio mayor. Lo que define a esta modalidad es que el resultado depende en gran parte del azar, sin que el apostador pueda controlarlo. Esa aleatoriedad es clave para entender por qué resultan tan atractivos y, a la vez, tan riesgosos.

Muchos jugadores continúan a pesar de las pérdidas. La emoción de no saber el resultado motiva a seguir jugando, incluso cuando la probabilidad de ganar es baja. A medida que se repite la experiencia, esa excitación se asocia con el entorno del juego (el lugar, los sonidos, los colores o el momento) y refuerza el deseo de volver a apostar.

En este sentido, el psiquiatra Lucas Raspall, experto en crianza positiva, sumó un dato clave: como consecuencia de la pandemia, muchos espacios físicos migraron al entorno virtual. Esta transformación abrió una puerta de entrada directa a los sitios online de apuestas para los más jóvenes, facilitada también por las billeteras virtuales y cuentas digitales accesibles y sencillas de usar.

El papel de los medios digitales

La publicidad masiva es otro agente determinante en la proliferación de las apuestas deportivas. Medun, del equipo de prevención municipal, resaltó que existe una amplia oferta de plataformas virtuales, tanto legales como ilegales, que invaden de manera constante los medios de comunicación y las redes sociales. “Esto se convierte en un factor de riesgo muy grande, especialmente para aquellos chicos que no cuentan con el apoyo de adultos que puedan orientarlos”, alertó.

Los algoritmos y la inteligencia artificial, que alimentan la viralización de contenido, ajustan las ofertas según los intereses de los usuarios y acercan cada vez más la tentación. En este escenario, la gamificación (el uso de mecánicas de recompensas y desafíos), una modalidad común en los videojuegos, también cumple un papel fundamental.

Las redes sociales, por su parte, amplifican este fenómeno con los creadores de contenido como principales promotores. Plataformas similares a Kick están vinculadas a casas de juegos en línea y permiten que los streamers patrocinados apuesten sin restricciones. Además, los influencers y youtubers, que cuentan con miles de seguidores, las promocionan en sus canales, lo que incentiva la atracción por estas prácticas.

Valentino, un joven apostador, brindó su testimonio de manera anónima a este medio. Confirmó que en Instagram la publicidad es frecuente y reconoció que su “fascinación” por el riesgo se alimenta por la adrenalina de jugar. “Por ahora no pienso dejar de hacerlo porque me gusta la emoción de apostar”, afirmó. En este panorama, el mensaje de ganar plata fácil y rápido, muy presente en espacios como TikTok, atrae a más jóvenes a un mundo donde el consumo inmediato y la promesa de gratificación rápida son una constante.

¿Cuándo se vuelve una adicción?

Según el Manual de Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM-V), la ludopatía se caracteriza por varios síntomas. Entre ellos la necesidad de apostar cantidades mayores con el fin de sentir excitación, sentirse nervioso o irritado al intentar reducir o abandonar el juego, y realizar esfuerzos sin éxito para controlar la conducta. Además, la persona suele tener pensamientos constantes sobre las apuestas, recurrir a ellas cuando está angustiada y continuar jugando con la esperanza de recuperar lo perdido. También puede mentir acerca de su implicación y poner en riesgo relaciones importantes, empleo o estudios. A menudo el ludópata recurre a otros en busca de dinero que le permita solucionar problemas financieros derivados de su adicción.

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Jugar para ser parte

En un momento vital donde la identidad se está formando, como es la adolescencia, las apuestas funcionan como un código compartido. Para la mayoría, apostar es una forma de integrarse al grupo, de sentirse parte. En ese ritual compartido con amigos, lo que se pone en juego no es solo la plata, sino también la pertenencia, la complicidad y el reconocimiento. “Un día un amigo me cuenta que estaba apostando, le pedí que me anote y empecé a jugar con él”, recordó Valentino.

Según un informe reciente de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), estas prácticas suelen darse en espacios grupales, (recreos escolares, encuentros previos a una salida o durante espectáculos deportivos) y son vividas como instancias de diversión y pertenencia. “La posibilidad de prestar dinero y/o de contraer una deuda queda habilitada y enmarcada por la existencia de lazos de confianza y cercanía entre pares que se refuerzan cuando las deudas son saldadas”, señala el estudio. “El problema es que todos mis amigos apuestan y eso lo hace más difícil, te van llevando”, confesó el joven apostador.

Marco legal

En la actualidad, en el Senado argentino se debate un proyecto de ley que busca declarar a la adicción como una cuestión de salud pública y establecer un marco regulatorio. Esta iniciativa, que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados en noviembre de 2024, propone la creación de un Programa Nacional de Prevención y Tratamiento Integral de la Ludopatía en el Ministerio de Salud. Entre sus medidas se incluye la prohibición de la publicidad y el patrocinio de juegos de azar en medios de comunicación y eventos deportivos. A su vez, plantea la restricción del acceso a plataformas para menores de 18 años.

Hablar para evitar

La prevención de la ludopatía en adolescentes debe partir del reconocimiento de que las apuestas deportivas no son un simple pasatiempo. Medun señaló que la diferencia radica en que el juego involucra creatividad y aspectos lúdicos, mientras que apostar está centrado en el azar y en las ganancias inmediatas. Raspall por su parte, remarcó que el diálogo abierto, en las familias y en las escuelas, es la herramienta más efectiva para evitar que esta conducta avance.

Es fundamental que los adultos se involucren activamente, ya que muchos desconocen cómo funcionan los sitios online y las lógicas que las sostienen. Prevenir no solo implica advertir sobre los riesgos, sino también generar espacios donde los adolescentes puedan expresar dudas, contar lo que viven y construir pensamiento crítico en torno el tema. La coordinadora de la agencia local advirtió que la adicción no se instala de la noche a la mañana, empieza con “pasos pequeños”. Por eso, intervenir temprano es clave para evitar que lo que empieza como una práctica grupal o curiosa derive en problemas económicos y de salud mental.

Para aquellos que necesiten más información o asistencia relacionada con la ludopatía, en Argentina está disponible la línea telefónica gratuita y confidencial 141, que funciona todos los días, las 24 horas. La misma ofrece orientación y apoyo a quienes enfrentan problemas con las apuestas y a su entorno.