Por Guido Colautti
No es una novedad para nadie qué de un buen tiempo para acá, las películas del Universo Cinematográfico de Marvel han ido perdiendo peso. Pero, es eso culpa de Disney / Marvel o de los fanáticos incapaces de pasar la página? Hay varios factores a desglosar para hacer un análisis correcto y el primero de ellos es acerca de los derechos cinematográficos de cada personaje. Luego del éxito de algunos de ellos en los años sesenta, Marvel empezó a realizar tratos para llevarlos a la pantalla, tanto grande como chica. Los más veteranos recordarán con cariño la serie de El Increíble Hulk protagonizada por Lou Ferrigno de los años setenta, sin embargo, hubo otros proyectos relacionados, por ejemplo, a Spiderman, Capitán América, Thor y Los 4 Fantásticos, pero la mayoría de ellos pasaron sin pena ni gloria, tanto así que el común denominador cree que el mundo audiovisual de la empresa comenzó en los noventa, momento en el cual Stan Lee y compañía estaban atravesando un duro momento económico y se vieron obligados a vender los derechos de sus más grandes emblemas, sin pararse a pensar tanto en las consecuencias.
Para cuando la primera ola de películas de Marvel pegó fuerte, cada cinta venía de la mano de una productora ajena. Marvel Studios debutó en esta etapa con Blade, película producida por New Line Cinema. Ya entrada la primera década del dos mil, Los 4 Fantásticos, X-Men, Daredevil y Elektra, salieron todas bajo la producción de 20th Century Fox. Hulk hizo lo propio con Universal y Spiderman, el por entonces caballo de batalla de la empresa, lo hizo a través de Sony.
En el dos mil cinco, Marvel Studios recuperó los derechos de un personaje que, sin saberlo, se iba a transformar en su máximo representante ante el mundo. Iron Man, protagonizada por Robert Downey Jr., sirvió tres años más tarde como el puntapié inicial del Universo Cinematográfico de Marvel. En esa época también se recuperaron los derechos de Thor, Black Widow y, por ejemplo, Black Panther, pero éste último iba a ser utilizado un tiempo más tarde. Las siguientes películas fueron de Hulk, Capitán América y Thor, para culminar una gran primera etapa en dos mil doce con la reunión definitiva en The Avengers. Verlos a todos juntos había sido casi apoteósico, pero mientras esas cintas se estrenaban, también lo hacían otras de X-Men e incluso Spiderman, por tanto, entraba en los fans una super necesidad de verlos a todos juntos. Algo imposible de satisfacer en ese entonces, por cuestión de derechos.
Sony llega a un acuerdo para compartir a Spiderman, y Tom Holland aparece por primera vez en Civil War. Y en dos mil diecisiete, Hugh Jackman colgaba las garras para siempre (eso creímos todos, incluso él) en Logan, una película de altísimo nivel que le hacía cerrar un ciclo. Y a pesar de la gratitud de todos los fanáticos, algo dentro de cada uno se apagaba, al comprender que Wolverine nunca se iba a cruzar con los Avengers. Por suerte para todos, nadie que pensara eso tenía razón.
Once años luego de Iron Man, llegaba Avengers: Endgame a poner el clímax perfecto (o casi, porque faltaba Hugh), con todos (más bien casi todos) los personajes conocidos en las más de veinte películas anteriores. A su vez, personajes tan emblemáticos como Daredevil o Punisher ya eran parte de la empresa, pero por haber estado en poder de Netflix, debían esperar para utilizarlos en el cine. Ese mismo año, 20th Century Fox es adquirida por The Walt Disney Company, dueña de Marvel Studios. Eso quería decir que ahora las tres familias mas importantes de la empresa estaban por fin juntas. Vengadores, X-Men, incluido Deadpool y 4 Fantásticos. Pero no era tan sencillo como para empezar a sacar películas en ese momento. Había que producir, hacer casting, buscar guionistas, directores y por supuesto terminar todos los proyectos que estaban en marcha.
Cuando nuevas películas y series fueron llegando, el efecto post Endgame se hizo sentir. Shang-Chi, Los Eternos, Black Widow, She-Hulk, Moon Knight, Wanda Vision, Falcon & The Winter Soldier, Hawkeye. Ninguna de ellas llamó la atención. Siendo sinceros, son pocos los buenos productos de esta etapa. La mayoría, según los fans, estaban hechos sin alma.
Cuando todo parecía perdido, apareció una película que, sin salvar a la empresa, dio ciertos parámetros de por donde podía ir el camino. Spiderman: No Way Home era una cinta por momentos mediocre, con agujeros de guion y con una trama bastante predecible, pero aprobada al fin. Entonces, ¿cuál fue el secreto para recaudar casi diez veces su presupuesto inicial de doscientos millones de dólares? La nostalgia. La película reunía a tres generaciones de Spiderman: Tobey McGuire, Andrew Garfield y Tom Holland. No conformes con eso, trajeron de vuelta a los actores originales de los villanos: William Dafoe como el Duende Verde, Alfred Molina como el Dr. Octopus, Jamie Fox como Electro y Rhys Ifans como el Lagarto. Los cines se llenaron por semanas enteras, las redes sociales explotaron con memes y todo fue excelente, pese a que era una película muy mejorable. Pero cuando quisieron seguir, no les alcanzó. Ni Dr. Strange: Multiverse Of Madness, ni Ant-Man & The Wasp: Quantumania, ni Black Panther: Wakanda Forever, tuvieron lo necesario para llamar la atención del público. Ni siquiera la cuarta película de Thor fue bien recibida, alegando que el personaje seguía siendo muy maltratado, teniendo como única buena referencia la previa Infinity War. Era obvio, faltaban los dos eslabones más grandes e importantes que habían construido el imperio. Sin Chris Evans como el Capitán América y sin Robert Downey Jr. en el papel de Iron Man, todo era como ir a contramano.
En algunas de las series, apariciones de Charlie Cox y Vincent D’Onofrio repitiendo sus papeles de la exitosa serie de Netflix, Daredevil, llenaron de esperanza a los fans. Misma esperanza que sintieron cuando Deadpool 3, ya en poder de Marvel Studios, hacía llegar la noticia de que Hugh Jackman volvería a tomar las garras tras su retiro en dos mil diecisiete y volvería a ser Wolverine, ahora, en el UCM. La película, recientemente estrenada, estuvo llena de cameos a la época de 20th Century Fox, sintiéndose como un cierre a una gran etapa previa que no lo había podido tener. Sin ser perfecta, Deadpool & Wolverine está pronta a superar los mil millones de dólares en apenas dos semanas desde su estreno, demostrando nuevamente que la nostalgia es un arma muy poderosa. Entonces ¿Es culpa de Marvel no haber podido encontrar un rumbo distinto? ¿O somos los fans que no podemos contentarnos si cambian la fórmula? Es decir, nos quejamos cuando las cosas no son originales, pero al mismo tiempo despreciamos aquellos intentos que buscan serlo, porque nos sacan de la zona de confort.
Marvel Studios se prepara para sus próximos proyectos: Capitán América 4: Brave New World, con la inclusión de Harrison Ford en el papel del General Ross aka Red Hulk y con Falcon original tomando el lugar de Steve Rogers. Daredevil: Born Again, retomando el elenco original y actuando como secuela, seis años más tarde. Entre los otros proyectos destacan: Agatha: Darkhold Diaries, Iron Heart, Thunderbolts y por supuesto, también los 4 Fantásticos, con un elenco completamente renovado contando con Vanessa Kirby, Pedro Pascal, Joseph Quinn, Ebon Moss Bachrach y Ralph Ineson.
Su apuesta más grande, sin embargo, no se vio venir. Y tuvo mucho que ver con la desvinculación de Jonathan Majors y su personaje Kang debido a violencia de género del actor para con su pareja. Primero y no tan principal, la noticia que empezó a sacudir la San Diego ComiCon fue la vuelta de los hermanos Anthony y Joe Russo para dirigir las dos próximas películas de los Avengers. Además, como era obvio, se reemplazaría a Kang por otro villano. Lo que nadie tenía en la agenda era que tanto en Avengers 5: Doomsday como en Avengers 6: Secret Wars, sería Dr. Doom quien se llevaría toda la atención porque estaría en la piel de nada más ni nada menos que… Robert Downey Jr. Esto para algunos es excelente y para otros, la peor elección posible. Surgen teorías por doquier y todas ellas llevan a una enorme cantidad de personajes y actores ya reconocidos de la franquicia volviendo a unirse para el gran final, previsto para dos mil veintisiete. X-Men, 4-Fantásticos, Vengadores, Deadpool, Wolverine, Spiderman de todas las épocas. Parece ser que todos estarán reunidos en la gran pantalla. Sin dudas, sea como sea, se volverá un éxito arrollador. Marvel Studios vuelve a estar en boca de todos, gracias a Ryan Reynolds y dos de sus actores de cabecera, Robert y Hugh.
La verdadera pregunta es: ¿Será capaz Marvel Studios de sostenerse luego del gran final, con un reboot, eligiendo nuevas caras para sus personajes emblemáticos? ¿O seguirán buscando eternamente el efecto nostálgico de sus fanáticos, que no aceptan nuevas fórmulas? ¿Es culpa de ellos o culpa nuestra? No lo sabemos. Lo que sí sabemos, es que para Marvel, Deadpool & Wolverine y Robert Downey Jr retornando como Dr. Doom, pueden significar tanto el principio del fin como un nuevo gran comienzo. Lo mejor será ir descubriendo de a poco éste renovado universo, con cada película.
Hoy, Marvel Studios tiene un gran poder… y como dijo Tío Ben, un gran poder conlleva una gran responsabilidad.