Por Fabiana Espíndola
La 7ª edición de la Expo Libro Infanto Juvenil en San Lorenzo merece una crítica sincera y justa, ya que la realidad de este evento parece estar en desacuerdo con su propio nombre. La falta de participación de niños y adolescentes en un evento que se supone está dirigida a ellos es una señal preocupante de que algo no está funcionando correctamente.
El hecho de que el acto inaugural estuviera presidido por el intendente y contara con la presencia de ex combatientes de Malvinas, figuras de la comunidad y personalidades notables, es en sí mismo un indicativo de que la feria no ha logrado atraer a su público objetivo. Los eventos literarios enfocados en un público joven y juvenil deben ser un espacio donde los niños y adolescentes se sientan atraídos por la lectura y la literatura, pero esta feria parece haber fracasado en ese aspecto.
El acto inaugural se centró en discursos y ceremonias que probablemente no hayan sido del interés de los niños y adolescentes a los que supuestamente estaba dirigido la feria. El reconocimiento a un locutor veterano y los discursos de los adultos pueden haber sido adecuados para otros tipos de eventos, pero no para una feria infanto juvenil. Además, la entrega de placas a las escuelas locales parece ser más un reconocimiento a las instituciones que a los estudiantes.
La falta de participación de los jóvenes en la ceremonia inicial es solo un indicio de que esta feria podría estar desconectada de su audiencia principal. Si el objetivo es fomentar el amor por la lectura y la literatura en los niños y adolescentes, es necesario replantear la estructura y el enfoque del evento. De lo contrario, corre el riesgo de seguir siendo una actividad que no logra conectarse con su audiencia principal y que, en última instancia, no cumple con su propósito declarado. La 7ª edición de la Expo Libro Infanto Juvenil en San Lorenzo plantea varias preocupaciones en cuanto a su nombre y contenido. En primer lugar, el término «Infanto Juvenil» sugiere que el evento está dirigido a niños y adolescentes, pero parece que las actividades y el programa se orientan más hacia un público adulto o de mayor edad. Esto crea una discrepancia entre la expectativa y la realidad.
El acto inaugural, que contó con la presencia del intendente y diversas figuras destacadas, parece alejarse del interés de los niños y adolescentes. Los discursos, la entrega de distinciones a personalidades y la cesión de banderas entre escuelas no son actividades que probablemente atraigan a un público joven. En lugar de centrarse en los jóvenes, el evento parece enfocarse en satisfacer las expectativas de un público adulto.
El cronograma de actividades muestra un enfoque más amplio que incluye talleres y conversatorios que podrían no ser adecuados para niños y adolescentes. Además, la presencia de escritores LGBT y temas como «proceso de duelo» parecen estar más orientados hacia un público adulto. La «Kermesse Infantil» es una de las pocas actividades destinadas a los niños, pero no es suficiente para justificar el nombre del evento.
En resumen, la Expo Libro Infanto Juvenil en San Lorenzo parece no estar cumpliendo con las expectativas que genera su nombre. La falta de actividades específicas y atractivas para niños y adolescentes, junto con un enfoque más amplio en público adulto, plantea dudas sobre la idoneidad del evento para su audiencia principal. Es importante que los eventos dirigidos a un público específico se adapten a sus intereses y necesidades para lograr sus objetivos.