El cantautor español se presentó en el teatro Astengo
Por Virginia Rocchetti
Entre risas, humoradas y frases comprometidas con la realidad nacional, interpretó canciones de su último disco e incorporó al repertorio los clásicos que acostumbra tocar ante su público argentino.
El artista madrileño dio un concierto en el teatro Astengo de Rosario el sábado por la noche. Ante una sala llena y con público de todas las edades, se refirió a las elecciones nacionales, a la violencia del mundo y la necesidad de mantener la esperanza ante el paso del tiempo. No faltaron las viejas canciones que lo llevaron a obtener grandes éxitos y tampoco su humor negro frente a las adversidades de la vida.
Pasadas las 8 comenzó a sonar “Esto no es una canción de desamor” arriba del escenario y un aplauso extendido se hizo oír de forma ruidosa entre los asistentes. Ismael Serrano apareció con su guitarra en mano, vestido de saco, remera y zapatillas blancas sobre las tablas del Teatro Astengo. Esta vez, no eligió El Círculo como acostumbra a hacerlo, sino un lugar más pequeño y más íntimo en el centro de Rosario.
Como cada recital del cantautor español, la puntualidad lo caracteriza y mientras el humo de la escenografía se expandía entre las butacas, las luces azules comenzaron a hacer su show visual para dar comienzo al evento. De este modo, la canción que dio inicio al show y que forma parte de su nuevo disco, fue ampliamente cantada por todos.
Tal como tiene acostumbrado a su fiel público y con una sala llena, finalizó el primer tema haciendo participar a los presentes. Ante la consulta sobre si tenían algo para decir, una voz desde lo alto del auditorio gritó enérgicamente: “Voten bien”. Las risas y aplausos se hicieron escuchar de forma inmediata.
Luego de algunos minutos arriba del escenario y después de haber cantado “Sin ti a mi lado”, bromeó sobre sus temas viejos y sus veinticinco años cosechando éxitos y dio paso a “Ven”, del disco “Hoy es siempre”.
Al finalizar el repertorio, una mujer de las primeras filas le pidió que tocara algún tema menos depresivo. Ante las burlas de los espectadores y las risas de Serrano, la joven obtuvo un micrófono y contó que había tenido un día muy difícil y que su nombre era Clara. Después de conversar con el protagonista del evento, él le pidió que eligiera un tema de su discografía para poder acompañarlo con la guitarra. La joven le sugirió que cantara una canción de Fito Páez que Ismael incorporó en su último álbum. En referencia al pedido, el artista le sugirió que subiera al escenario a interpretarla junto a él y así, dar comienzo a un nuevo bloque del recital.
A partir de ese momento, el español compartió sus canciones junto a la dulce voz de su invitada. A medida que pasaban los minutos y se iba desarrollando el concierto, el público notó que Clara era en verdad parte del elenco musical. Una artista elegida para acompañarlo arriba de las tablas.
Pasadas las 21 y sentados sobre unas gradas al fondo del escenario, cantaron Juan Luis Guerra y se hicieron bromas respecto a la exitosa canción de Serrano “Papá cuéntame otra vez”. “Esa me la sé”, se burló Clara, e Ismael contestó: “Esa se la sabe todo el mundo”. Mientras tanto, en los pasillos del baño, una mujer joven expresaba su enojo por la forma en que se había desarrollado el recital.
Le siguieron canciones como “Ana” y “La llamada” y el cantautor entonó frente al público “La canción de nuestra vida”, tema que da nombre a su último disco y el cual se distingue del resto por relatar el paso del tiempo pero focalizando en un enorme optimismo de todo lo que está por escribirse.
Retirándose del escenario en tres oportunidades, finalizó el recital refiriéndose a que “uno nunca está solo cuando una canción te acompaña” y que a la vida “le faltan muchas estrofas por añadir”. Y remató: “No den por perdidas las batallas que aún están en disputa”. Esta vez, la ovación del Astengo fue mucho más ruidosa que las anteriores y el murmullo y frases referidas a las elecciones en Argentina se hicieron oír entre las butacas.
Cerca de las 23 y con canciones que acostumbra a cantar en Argentina a pedido del público local, finalizó el recital con “Pequeña Criatura”, un tema que expresa una verdadera dulzura en un vínculo de amor.