Por Matías Báscolo

La actriz rompió el silencio para hablar sobre las problemáticas actuales del mundo del arte y los prejuicios que siguen instalados en la sociedad y en el ámbito laboral.

El mundo del espectáculo despierta pasiones, pero detrás de cada escena, de cada toma o de cada representación hay una historia de vida de los intérpretes. Eimi Clementz es una joven actriz rosarina que está dando sus primeros pasos y que se proyecta hacia un futuro exitoso, habló de cómo lo vive en carne y hueso y cuáles son los desafíos que tendrá que afrontar.

¿Cuando comenzaste a actuar y que te motivó hacerlo?

– Empecé con la actuación cuando era muy chica. A los 7 hice entre uno o dos años, más o menos, de teatro puro en el Liceo Municipal con Norma Zeiter. Empecé cuando me gradué del taller infantil. Pero en ese momento dejé porque, por más que ya sabía que el escenario era mi lugar en el mundo, el baile y el canto tenían muchísimo más peso. Retomé con la actuación recién el año pasado, a principios de marzo del 2022 para ponernos específicos, pero ya no en formato de teatro tradicional sino en la carrera de “Teatro Musical” que ofrece el Teatro ´El Círculo´ de Rosario para el ciclo de adultos. Soy fiel creyente de que el arte es algo que tira, como la sangre, naces con esa chispa que genera que no puedas estar mucho tiempo lejos de las tablas. Y si no estás en las tablas, el arte igual te está rodeando. Durante la infancia eran los shows a los peluches, a los padres de mis amigas, en reuniones familiares. Cualquier acontecimiento era una excelente excusa para hacer arte. De grande, los tres años que me tocó estar lejos de los teatros (2019, 2020 y 2021) me los pasé cantando por la casa, bailando mientras cocinaba o actuando los diálogos de mis películas/libros favoritos. De nuevo, todo momento seguía siendo buen momento para hacer arte. Creo que no hay algo en específico que me haya motivado como tal a actuar, creo que actuar es lo que hoy en día me da motivos a mí para enfrentar el día a día. El famoso “cable a tierra”, eso que todos necesitamos para que todo lo malo se vuelva un poco menos malo. Lo que puedo asegurar, y sostengo, es que el teatro reapareció en mi vida en el momento justo, aprendí a amarlo y respetarlo como se merece realmente cuando tuve la madurez necesaria para entender bien qué es lo que pasa cuando te pones en la piel de un personaje.

¿Que es lo que más te gusta de la actuación?

– Creo que es la infinidad de realidades por descubrir, el encontrarme a mí misma en la piel de quien se supone no soy yo. Darle vida a ese “alguien” pero sin perder la noción de mi, tomando y agradeciendo las cosas que el personaje tiene para aportar a mi vida. Sorprende muchísimo la cantidad de enseñanzas que quedan después de estudiar a fondo una obra y sus sujetos. El disociar un ratito de mi y mi realidad para que, en mi cuerpo, un otro cobre vida; todo eso sin dejar que ese “otro” anule por completo el estado consciente de mi yo real.

¿Sentiste que alguna vez te hayan discriminado a la hora de subirte al escenario?

– En el teatro existe un término horrible que se llama “Fisic Du Rol” que utilizan muchos directores como argumento para poder eliminar personas solamente por su aspecto físico. En términos técnicos el fisic du rol es lo más parecido que da tu físico para interpretar algún personaje, ejemplo “Das para actuar de psicópata”, “tenés re el fisic du rol de Gustavo Cerati”. Pero, también, se trata de las emociones y aquello que se puede transmitir. ¿A quién le importa el peso de una persona, si en el escenario transmite exactamente lo mismo que transmite Bella, de “La Bella y la Bestia? ¿De qué sirve ser alguien “hegemónico” si, en el escenario, no lográs llegar al público como deberías? La discriminación en el teatro hoy en día y desde siempre es moneda corriente y cuanto más te metes, más lo padeces.

¿En qué obras has actuado?

– Actualmente formo parte como personaje co-protagónico del elenco de gira de “Cenicienta” de la compañía del estudio de comedias musicales que funciona dentro del Teatro El Círculo, encarnando el papel de “Anastasia” quien es una de las hermanastras. A su vez, dentro de la carrera, formo parte activa del ensamble de “Beetlejuice” (obra que se realizará en diciembre de este año a función cerrada y por única vez como graduación de uno de los alumnos). Otras participaciones fueron (todas en funciones cerradas): 

– parte de los personajes de “La Tiendita del Horror” con papel protagónico: una de las narradoras de la historia (agosto 2022); 

– ensamble del elenco de “Annie”, como parte de las mucamas de la mansión (agosto 2022); 

– ensamble de “Notre Dame de Paris”, como parte de “los ilegales” (diciembre 2022); 

– parte de los personajes de “Mamma Mia” con papel co-protagónico: Rosie (diciembre 2022); 

– ensamble de “Shrek: el musical”, como parte de los Freaks: abuela lobo (diciembre 2022); 

– ensamble de “Wicked” como parte de los estudiantes de la universidad de Shiz, pueblo de Shiz y ciudadana de “Ciudad Esmeralda” (agosto 2023);

– parte del ensamble de la graduación “Brujas de Salem” como Beatriz Bishop, una de las falsas brujas condenadas a la horca durante los juicios (agosto 2023).

¿Cómo te ves en un futuro en relación a la actuación?

– Mi plan a futuro es poder convertir el teatro en mi profesión, ya sea produciendo, sobre las tablas o rumbeando mi carrera (comunicación social) hacia el ámbito artístico, ya sea dentro de la crítica teatral, producción de podcast, dirección de cortos, etc. Poder formarme continuamente, estudiar y en algún futuro llegar a hacerme de un nombre dentro de la industria es una de las principales metas a cumplir una vez finalizados mis estudios.