Por Virginia Rocchetti
¿Listos para arrancar la semana y con ganas de ver una película argentina en el cine? Vayan sacando las entradas para “No me rompan”, una comedia que protagonizan Carla Peterson y Julieta Diaz y que tiene pocas semanas de estreno en Rosario.
Una dupla femenina explosiva que sintetiza la sinergia en la actuación de dos mujeres con amplia experiencia en los protagónicos. Sin dudas, se lanzaron a un film que pone en discusión una temática bastante actual, considerando todo el caso de Lotocki y sus estragos en los tratamientos estéticos que realizó impunemente en pos de una belleza estereotipada y hegemónica.
En este contexto de salvaje transformación de los cuerpos para encajar en la inquisidora mirada del ojo extraño, “No me rompan” viene precisamente a romper con todas los mandatos. Dos mujeres colapsando por sus vidas. Una madre agotada y sin tiempo para dedicarle a su profesión y una estrella de televisión que, luego de una mediática y triste separación, intenta permanecer joven y bella a cualquier precio.
Ambas terminan emocionalmente devastadas y asisten a una terapia grupal de manejo de la ira, en la cual deben afrontar y controlar sus emociones de forma conjunta.
Con vidas completamente distintas pero con un hilo conductor detrás, se encaminan en perseguir y desenmascarar a un cirujano que prometía belleza y juventud eterna con tratamientos perjudiciales para la salud de los pacientes. ¿Historia conocida no?
Luego de batallar contra sus propios miedos, construyen puentes en común y vencen al villano. Hasta aquí perfecto.
Sin embargo, la película termina de una forma un poco burda y sin sentido. El espectador se queda mirando la enorme pantalla del cine, esperando algo más, un poco de suspenso, risas, o tal vez un llanto desconsolado. Pero no.
De todos modos, pochoclo de por medio como siempre aconsejo, vayan y vean. Necesito otra opinión de esta comedia nacional.