Por Lucia Salvalaggio

Este sábado 7 de octubre a las 14:30 hs el predio de la Ex Rural (Parque Independencia) de la Ciudad de Rosario abrió sus puertas para celebrar la cuarta edición del Festival Bandera. El evento se celebra desde 2018, habiéndose suspendido su celebraron dos años consecutivos durante la Pandemia en razón del aislamiento social, preventivo y obligatorio. 

Desde sus inicios, el Bandera se propuso traer a los rosarinos una oferta musical variada, con artistas provenientes del rock, pop, trap, funk, cumbia y electrónica. Al igual que en sus ediciones pasadas, el festival contó con grandes actores de la escena musical nacional, tales como Las Pastillas del Abuelo, el Cuarteto de Nos, Taichu, Dillom y otros artistas de gran talento pero que su popularidad aún se ve reducida a un plano más local, tales como Silvestre y la Naranja, El Zar, Cruzando el Charco y Koino Yokan. También nos acompañaron en esta jornada célebres figuras internacionales como la banda uruguaya No Te Va a Gustar y la cantante mexicoestadounidense Julieta Venegas.

Los músicos invitados se repartieron en cuatro stages diferentes. El escenario Norte y el escenario Sur, de una longitud considerable, concentraron a la mayor cantidad de asistentes. Del otro lado del predio, en el escenario Bandera sonó principalmente la música urbana e indie pop, y en el Laboratorio Bandera desfilaron diferentes DJs de electrónica que hicieron bailar a sus oyentes toda la jornada.

Una de las grandes presentaciones de la tarde fue la de Silvestre y la Naranja, una banda indie pop fundada una década atrás en Pacheco que, tras la presentación de sus primeros tres albumes Laguna, Animales y Supersticiones, regresa con un repertorio actualizado e innovador bajo el disco Sueño Cítrico.

El sol comenzaba a descender cuando iniciaba el show de Las Pastillas del Abuelo. Con el espíritu arrabalero de siempre, los pastilleros celebraron sus dos décadas en la industria de la música con una fiesta inolvidable marcada por el pogo y por la nostalgia de sus años dorados.

A continuación, Dillom dio una clase magistral de trap en el escenario Norte. El rapero y compositor porteño hizo temblar el predio, con momentos de mucha adrenalina a coro de su albúm Post Mortem y de colaboraciones que hizo en los últimos años con otros artistas. 

Más tarde llegó el turno de dos grandes del rock latinoamericano que en suma reúnen más de 7 millones de oyentes mensuales en Spotify. Por un lado, No Te Va a Gustar dio un show explosivo en el escenario Norte. Con casi 3 décadas de rock sobre su espalda y más de 10 albumes de estudio, la banda liderada por Emiliano Brancciari interpretó algunos de sus clásicos, tales como No te imaginas, A las nueve y Cero a la izquierda. Por el otro lado, en el escenario vecino, el Cuarteto de Nos supo desatar la pasión nostálgica del público con su interpretación de clásicos que marcaron a varias generaciones de jóvenes argentinos como Ya no se que hacer conmigo y Lo malo de ser bueno.

Ya acercándose al final de la noche, la orquesta de cumbia de Los Peñaloza y Franzizca, dj de electrónica techno, se encargaron de poner broche de oro al festival en el escenario Norte y en el Laboratorio Bandera, respectivamente. De esta forma, llegada la 1 de la mañana el evento finalizó con una fiesta bien a la rosarina.