Por Malvina Ortega
No siempre se caminan los territorios, a veces también se habitan brevemente. Desde hace casi dos años mi tiempo se diluye en un espacio de transición. Mi trasero aprendió obligadamente a tomar asiento y entregarse al movimiento del viaje. Me acompaña una mochila llena de cosas y un termo. A veces me gusta exhibir mi anotador y jugar a que la mirada circundante me juzga como una letrada que escribe algo importante. Otras veces me invade una ansiedad voyeurista, que necesita alimentarse de frases, fragmentos sueltos, miradas que se chocan, olor a cafe y mucho ruido. Todo eso con el fin de aplacar el aburrimiento.
En el film La Terminal de Gustavo Fontán este ecosistema encuentra su historia audiovisual. El director elige la estación de ómnibus ubicada en La Falda para darle vida al guión. El largometraje se convierte en una metáfora audiovisual inquieta, sujeta a un montaje de planos fijos y memorias/historias que acompañan la narración fílmica. Las imágenes de micros oscilantes que irrumpen las secuencias, se reflejan en la mirada de un espectador atrapado en sensaciones que parecen desdoblar su propio reflejo. Los ruidos de puertas que se abren y se cierran, las luces, las ventanas, parecen ser actores que ocupan su lugar en la trama.
Los vidrios de enormes ventanales separan el movimiento de traslación de las historias, a veces completas otras veces a medias. En cada secuencia parece sugerirse una disputa entre la permanencia de un espacio, frente a la cinética vida que propone el exterior.
Los poco más de 60 minutos que dura la puesta se diluyen rápido. Queda la fiesta audiovisual que se almacena en la retina. En La Terminal el tiempo existe pero el movimiento es el sistema opresor que lo controla. Fontán le regala al espectador un mundo de sensaciones que se lleva todos los aplausos.
La Yapa
En el FICER el film de Gustavo Fontán, estuvo introducido por el cortometraje chaqueño: Zoo, del rosarino Jorge Castillo. Un intenso collage de fotogramas que dura apenas 8 minutos. Animales en un zoológico, un desfile militar, personas, conforman parte de un lienzo audiovisual que logra retratar un rincón de la fauna humana.