Por Sol Marchetti, Candela Escobedo y Román Biasotti

 

La salud mental es una cuestión fundamental en el rendimiento de un futbolista. Un jugador de fútbol es ante todo un ser humano. Merece respeto y no sufrir de presiones externas en relación con su carrera, ni por parte de los hinchas, del cuerpo técnico, ni nadie por el estilo, porque esto afecta significativamente al deportista en varios aspectos.

En el rendimiento deportivo afecta en un estado mental negativo como la ansiedad o la falta de confianza afectándole y no permitiendo rendir en su máximo nivel.

En cuanto al bienestar general los problemas de salud mental pueden llevar a la depresión, al estrés crónico y otros problemas emocionales, lo que puede tener un impacto negativo en la calidad de vida fuera del deporte.

Las lesiones por falta de concentración y un estado mental negativo pueden aumentar su riesgo en los deportistas ya que pueden disminuir la coordinación y la toma de decisiones adecuadas durante la actividad física.

Es crucial abordar la salud mental en el deporte a través de la concienciación, la capacitación en habilidades de afrontamiento y la disponibilidad de apoyo profesional, como psicólogos deportivos, para ayudar a los deportistas a enfrentar y superar los desafíos mentales que puedan surgir. Esto puede mejorar el rendimiento y el bienestar general de los atletas.

En la actualidad se ha visibilizado una gran cantidad de casos en relación a la depresión que tienen jugadores profesionales o jugadores de otras categorías, como puede ser el conocido caso de Andrés Iniesta en la época del 2010 que fue diagnosticado con depresión y en múltiples oportunidades hizo conciencia sobre esta condición. En la actualidad, Kevin De Bruyne hizo de público conocimiento que está transitando situaciones complejas con apoyo profesional.

Conversando con Luciano Vechette, ex Patronato, hoy en Huracán de Victoria, se le preguntó por la importancia que él le da a la salud mental, a lo que dijo: “Yo estuve yendo al psicólogo allá en Paraná, cuando tuve obra social, no tenía un peso partido a la mitad, me caí de la moto, me hice una cicatriz de 4 o 5 puntos, con la obra social ahí sí pude ir al psicólogo. No sé si le encontré una solución inmediata. Tampoco sé si fui muchas sesiones como para encontrar una solución inmediata.”

Luego dijo que cargó “con una presión que no tendría que haber cargado por parte de amigos o gente que me quería cuando me decían que tendría que llegar a primera división”.

Hoy por hoy las redes sociales son un motor para estar expuesto a la crítica constante, al discurso de odio, y que un error pueda provocar que una ola de personas vaya a amenazarte, insultarte y culparte de cuestiones deportivas. Los desafíos psicológicos que enfrentan los jugadores son múltiples y complejos, afectando su rendimiento y bienestar dentro y fuera del campo.

La presión por el éxito, las altas expectativas de aficionados, familia y amigos, la intensidad de la competición, la incertidumbre sobre el futuro profesional, las lesiones y la exposición pública también contribuyen a este problema. Es crucial que los clubes implementen programas de apoyo psicológico, brindando a los futbolistas herramientas para manejar la presión, desarrollar resiliencia y mantener un equilibrio mental adecuado. Además, la sensibilización sobre la salud mental en el fútbol es esencial para romper estigmas y promover un entorno donde los jugadores se sientan cómodos al buscar ayuda y cuidar su bienestar psicológico.

Un aspecto particularmente relevante es el impacto en los jugadores jóvenes que ingresan al ámbito profesional. Para muchos de ellos, este es un momento importante en sus carreras, con altas expectativas y una exposición repentina a la atención mediática. Esta transición puede generar ansiedad relacionada con su rendimiento, la presión por cumplir con las expectativas y la incertidumbre sobre el futuro. En algunos casos, estos factores pueden contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad, que afectan todo lo anteriormente mencionado.

En una charla con el psicólogo Andrés Dal Lago, se le preguntó por el caso del jugador joven, el jugador que está cerca de debutar en la primera y tiene muchos factores en su contra alrededor, como la ansiedad, el miedo a la crítica o a no cumplir las expectativas puestas en él, ¿en qué se debe sostener este futbolista?, a lo que respondió: “El gran problema ahí es la confianza porque en ese contexto no tiene confianza, en ese contexto es nuevo, es como si vos te contratas en una empresa por primera vez. Es difícil tenerse confianza cuando es un contexto nuevo, de dónde me agarro. Ahí lo ideal es que el jugador pueda recurrir a sus fortalezas antes que lo llevaron hasta ahí. Es decir, está bien, cómo te tenés confianza en primeras si todavía no llegaste a jugar un solo partido en primera. Perfecto. Pero tengo confianza de lo que me hizo llegar hasta ahí.”

Es vital el considerar y apoyar la salud mental de los futbolistas, en especial de los más jóvenes, es fundamental para garantizar un desarrollo deportivo exitoso y una vida personal satisfactoria. Los clubes y los organismos deportivos también la sociedad en general deberían trabajar de manera colaborativa para eliminar estigmas, proporcionar recursos adecuados y promover un entorno en el que los futbolistas puedan prosperar tanto en el campo como en su propio bienestar.