Por Virginia Rocchetti

 

Conversamos con Florencia Wouilloz, Licenciada en Relaciones Internacionales y Magíster en Gestión Pública de la UNR (Universidad Nacional de Rosario) acerca del panorama en las últimas elecciones nacionales y la repercusión que tiene la política exterior en las decisiones domésticas. El sistema internacional es cambiante y los sucesos mundiales generan grandes movimientos en las políticas locales y regionales, produciendo efectos impensados en la economía y el clima social.

 

En este sentido, la especialista en política internacional sostiene que de todos los hechos mundiales, la pandemia, que significó muchos cambios en lo sanitario, lo social y lo económico “tuvo gran incidencia en términos políticos y la ciudadanía cuando hace los balances de gestión gubernamental tiende a subestimar los procesos históricos en los cuales se pudo haber visto inmiscuida la gestión”. Más allá de cuestionar o no las decisiones del gobierno nacional que se tomaron durante ese período de encierro, sostiene que las consecuencias que trajo aparejada la pandemia y lo que aún desconocemos de dicho suceso histórico, “forjó un escenario que llevó a los resultados de las PASO a nivel nacional”. 

 

Esta generó un parate de todas las actividades productivas y tuvo un impacto en las economías, llevándolas a una recesión económica. Wouilloz afirmó que: “Los Estados tienen que recomponerse de este hecho histórico y transnacional y que además, la podemos comparar tranquilamente con un conflicto bélico por su repercusión e incidencia. El Estado y el mismo sistema internacional requiere de un reacomodamiento de hechos que hasta el día de hoy quizás no podamos dimensionar, hasta incluso en términos de salud. “Las consecuencias no las estamos viviendo plenamente por la magnitud de lo que fue”, sostuvo.

 

Por su parte, se refirió a las importaciones y exportaciones, las cuales también sufrieron un parate con la pandemia mundial y agregó que la guerra entre Ucrania y Rusia sumó a este freno. “Había países con los cuales teníamos cargas y operaciones que debieron mermar, principalmente cuando el conflicto inició, pero luego se buscaron rutas alternativas para cumplir con los pedidos y en el caso de Ucrania, hoy sólo se reciben insumos básicos”, aseguró la licenciada.

 

En relación a las importaciones, “se encuentran muy atadas a las divisas extranjeras” y a la implementación del sistema de importación nacional, el SIRA (Sistema de Importación de la República Argentina). Este sistema supone la emisión de una solicitud de importación que tiene que estar aprobada por el gobierno nacional y muchas de ellas están demoradas, lo que afecta directamente en lo que ingresa al país. Sostiene a su vez que: “Se agregaron plazos para efectuar el pago de importaciones y esto supone para muchas empresas que tienen que importar, una vez que el producto está nacionalizado, lo pagan a posterior (30, 60 o 180 días). Con lo cual son condiciones sumamente restrictivas”.

En el caso de las exportaciones, si bien no tienen tantas restricciones con las anteriores, el tipo de cambio paralelo repercute en la comercialización a nivel externo y generalmente es más elevado o similar al dólar blue.

 

Florencia sostiene que Argentina está muy atada al estancamiento de la crisis económica post pandemia pero afirma que se suma un aspecto muy particular de nuestro país que es el proceso inflacionario que repercute en el bolsillo de la gente. “Esto lleva al Estado a concentrarse en lo doméstico y no en la inserción del país a nivel internacional”, manifestó. Además, si bien contamos con muchísimos recursos naturales, la apropiación de esos recursos y el trabajo que se realiza sobre ellos “no se encuentra optimizado” e influye en la inserción y en los vínculos comerciales que “podríamos tejer con otros socios comerciales”.

 

A su vez, agrega que: “La deuda contraída con el FMI durante la gestión de Mauricio Macri y la falta de inversión del Estado en los últimos años son elementos que perjudican la posición internacional de Argentina”.

 

Finalmente, cree que cuando el gobierno nacional toma una postura o tiene mayor afinidad por algún Estado involucrado en un conflicto bélico, genera que nuestro país no sea validado por la comunidad internacional. Aunque la guerra en Ucrania sea localizada, la repercusión es mundial. A pesar de que Argentina mantiene una lejanía geográfica, la mayor vinculación estratégica que tiene con Rusia, por la trayectoria que tiene esta potencia en el escenario internacional, puede repercutir en su validación mundial.