Por Soledad López

 

Foto Parapente Casilda Facebook

 

La escuela de vuelo “Parapente Casilda”, dicta cursos de iniciación, desde el año 2020, para aquellos aventureros que quieran aprender a planear en parapente. Las clases, en su mayoría los días sábados, en las inmediaciones de la Capilla “Cristo Rey” de Casilda, son en un 90% prácticas.

En pleno campo, en torno a la capilla “Cristo Rey” de Casilda, el instructor y piloto, Damián Vignolo, preparó su equipo de parapente, destinado a volar, mientras repasó sus comienzos en la actividad como parapentista. Su pasión por el vuelo y por “estar en el aire”, como expresa, nació de chico. En el año 2010 tuvo la posibilidad de volar, en parapente, cuando su amigo, Álvaro Nizzo, lo invitó. Aquella oportunidad, en el “Club de Parapente Coronel Arnold”, fue su primer vuelo de copiloto, es decir, de pasajero en un parapente. “Me encantó”, manifestó; y cuando aterrizaron, exclamó: “Quiero uno, quiero volar”.

Foto Parapente Casilda Facebook

 

Álvaro, su amigo, lo contactó con “Chufa” Edgar Canelo, quien luego sería su instructor; y la persona que lo impulsó a crear la escuela de vuelo “Parapente Casilda”. “Arranqué, despacio, con un alumno hace tres años y medio, aproximadamente”, contó. “Se fue sumando gente, y hoy, en el grupo de la escuela, somos 15 personas, incluidas Edgar y Álvaro, quienes ofician de tutores de los chicos, les aportan datos, ejemplos y los incitan a volar”, agregó.

En su escuela se puede realizar el curso de piloto de parapente de iniciación. Damián explicó: “El curso consta de práctica en el suelo, casi en un 90%; y se hacen diez vuelos dirigidos, desde abajo, por el instructor”. Con estas actividades, el piloto queda apto para empezar a sumar horas de vuelo, que es lo que debe hacer por su cuenta. “El piloto pone en práctica todo lo aprendido y, aunque el curso finaliza, seguimos supervisando hasta cuando consideramos que el piloto puede valerse por sí mismo”, enfatizó.

Precisó que, para aprender a dirigir, hace falta conocer lo que es una aeronave y su mecanismo; los riesgos y consecuencias. Asimismo, conocer el equipo y sus partes: arnés, paracaídas de emergencia, vela y ala. “En el curso vamos brindando esta información, asentándola en cada día de práctica”, destacó el parapentista. Todo piloto de parapente debe aprender sobre el inflado y el control en el piso. Amplió: “Es fundamental tener control en el piso porque, en el aire, sabiendo cómo se comporta el parapente, nos va a pasar exactamente lo mismo”. “La experiencia en el suelo, y las prácticas, se trasladan al vuelo en el aire”, subrayó.

 

El equipo de enseñanza listo

Durante los intentos de despliegue del parapente, buscando un viento favorable, el piloto, pacientemente, contestó las preguntas de la entrevista. Aclaró que, además del curso de iniciación, enseñan “maniobras básicas y vuelo en térmica”. También, prestan servicio de acarreo, “que es el despegue”, detalló.

“Para realizar un vuelo biplaza, con un instructor, no hace falta más que ropa cómoda, que te deje mover, y calzado que te permita correr. Tampoco es necesario estar preparado físicamente. La única condición fundamental es tener ganas de volar”.

Con entusiasmo, Damián resaltó: “Quienes quieran aprender a planear o hacer un vuelo biplaza, pueden contactarse con la escuela telefónicamente o mensaje de WhatsApp; también por Instagram o Facebook, si no, acercarse. Generalmente estamos los sábados, ubicados en las inmediaciones de la capilla Cristo Rey de Casilda».

 

Damián experimentando en el cielo

En la tarde soleada, propicia para la maravillosa experiencia de planear, a campo abierto, preparado para el despegue, Vignolo aseguró: “Hoy, las condiciones del clima son óptimas; dependemos del tiempo, absolutamente”. El parapente vuela a 35 kilómetros por hora, por lo tanto, un viento de 20 kilómetros por hora, puede afectar el desempeño del vuelo. Se despega con vientos suaves. Especificó: “Si bien, se puede con vientos fuertes, hay que tener recaudos y regularmente se usa en competencia”. “Cuanto más despejado el cielo, mejor”, concluyó Damián, mientras daba indicaciones al conductor del vehículo que lo remolcaría.

Inmediatamente, después de agradecer la entrevista, Damián se dispuso para despegar y minutos después, permitió apreciar su vuelo a quienes paseaban por la zona. Como flotando en el aire, se alejó.