Por Malvina Ortega
Cada 2 de junio, desde 1976, se conmemora el día internacional de lxs trabajadorxs sexuales. A pocos aniversarios de cumplir medio siglo, la lucha del colectivo sigue reclamando respeto a sus derechos y regulación del trabajo sexual. Sin embargo, su versatilidad atravesó modelos económicos, lo que hoy le permitió adaptarse al rentable auge que generan los creadores de contenido.
Pablo Sosa es rosarino, pero vive en Buenos Aires, es trabajador sexual y creador de contenido triple x. En redes sociales es más conocidx como Cerita Negra. A pesar de una agenda muy ocupada por formar parte del Congreso Nacional de Trabajadorxs Sexuales, que se está llevando a cabo por estos días, nos regaló un poco de su tiempo para charlar sobre este tema:
-¿Que consideración te merece el hecho de que crear contenido erótico/sexual en plataformas como “Only Fans” tenga tanta aceptación y participación de personajes públicos/famosos? ¿Es una moda?
Creo que por un lado puede ser que sea una moda, pero también creo que es porque plataformas como Only Fans tienen una mayor aceptación por parte de la sociedad. Cuando decís que tenes una cuenta en la aplicación, hay gente que lo ve como algo gracioso
Mucha de esta gente no piensa que por tener una cuenta de Only Fans sean trabajadorxs sexuales, porque asumir eso hace que puedan mirarte o tomarte de otra forma, no muy copada. Y sinceramente, algunxs no quieren lidiar con eso.
-¿Hay diferencia entre quienes venden el contenido sexual de forma virtual frente a quienes lo ofrecen de forma tangible?
Si, yo hago las dos cosas por ejemplo, pero a su vez, tanto la virtualidad como la presencialidad tienen sus variantes. Los virtuales son los que venden contenido en páginas pornos o aplicaciones como cafecito, telegram, WhatsApp o con una simple videollamada. Gente que publica sus servicios en páginas de scorts (que sirven para ambas modalidades).
Presenciales tenés la gente que hace calle, otra que trabaja en su casa, ya sea haciendo encuentros sexuales directos o como masajistas entre otras cosas, la personas que se juntan y comparten gastos como el alquiler, impuestos, elementos de higiene, etc.
Ahora, más que diferencias, son variables. Pero ambas modalidades son consideradas trabajo sexual.
-¿Cuáles son las ventajas y desventajas del trabajo sexual que se ofrece a través de las nuevas plataformas digitales?
Las ventajas son que lo podés hacer desde la “comodidad” de tu casa, o lugar elegido, generando el contenido que más creas conveniente o que se adapte a vos. También podés ver las diversas páginas y plataformas que hay, viendo qué ofrecen, cómo pagan, qué condiciones tienen. Además está la posibilidad de hacer un público que te siga, de cualquier parte del mundo, lo que hace que unx pueda interactuar, expandirse y generar nuevos ingresos.
Las desventajas son, principalmente, la censura en redes sociales. Por ejemplo, mi cuenta de Instagram actual, es la número 15, todas las otras me la cerraron… Al principio por ser explícito en la publicaciones, luego por ser sutil, es decir ya no era una foto semi desnudo ofreciendo un servicio, podía ser una publicación un poco coqueta, sin mucha piel expuesta y con un juego de palabras y tampoco bastaba, me cerraban las cuentas. Después de eso me resigné y no ponía más nada, sólo cosas de militancia. Porque además de ser Trabajador Sexual participo en AMMAR, que es el Sindicato de Trabajadorxs Sexuales de Argentina, y por ahí si compartís la foto de algún evento o actividad, ya sea por un dibujo artístico o una palabra: chau, Instagram cerrado! Entonces la censura en redes sociales es un gran obstáculo que padecemos las personas que las usamos para laburar o simplemente para compartir un evento.
Otra desventaja es el desconocimiento y la falta de acceso a los elementos necesarios para hacer virtualidad. Hay páginas que te piden cierta velocidad de internet, cierta calidad de imagen en los videos, otras que tengas una cuenta bancaria a tu nombre o varios monederos virtuales. Debido a lo cambiantes que son las políticas económicas en el país, sucede que la manera que tenías de cobrar en una página con cierta billetera, al mes siguiente ya no sirve más y tenés que salir a buscar otro método de cobro.
Aún así, hay mucho por aprender, entender, cuestionar y transformar para quienes elegimos el trabajo sexual virtual. Por eso, desde AMMAR, nos reunimos con cierta frecuencia a buscar las maneras para encarar y tratar de solucionar estas situaciones.
La Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina o AMMAr es el sindicato que nuclea a los trabajadorxs sexuales en Argentina. Surge en 1994 y al año siguiente se sumó a la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). También integra junto a varios países Latinoamericanos y del Caribe, la RedTraSex. Desde 2014, su secretaria general es Georgina Orellano. Cada 2 de junio organizan su Congreso y el hilo conductor de cada jornada son los derechos laborales para ejercer la actividad sexual. Pablo es un activo militante del sindicato, junto a otrxs compañerxs de todo el país. Unidos, tratan de mostrar a quienes quieran ver, que la realidad por las que luchaban aquellas heroínas francesas muy poco ha cambiado tanto en el contexto internacional como en el nacional:
-¿Qué es ser trabajador sexual en la Argentina?
Es ser una persona mayor de 18 años que elige, ya sea como fuente de ingreso principal o secundaria, brindar cómo servicio: su tiempo y compañía, ya sea presencial o virtual. Con esto me refiero a que, durante un servicio puede darse que no haya sexo. Algunos te piden simplemente que los acompañes a comer, a hacer algún trámite en particular o charlar, entre otras cosas. Pero también es ser sujeto de muchos atropellos. El Trabajador Sexual en argentina está penalizado en muchas provincias a través de códigos contravencionales y ni hablar del estigma y persecución por parte de la sociedad que hay para con nosotrxs.