Los alumnos de primer año de periodismo del IPR, finalizaron los trabajos de la semana de mayo con una crónica de los acontecimientos históricos que marcaron un punto de inflexión en el desarrollo y construcción de la Nación.

Agustín Ríos, Agustina Damiani, Camila Di Paolo, Gregorio Sisquella, Victoria Allassia, Lautaro Garello, Malvina Mugas, Paola Cerda y Victoria Herrera nos cuentan cómo de desencadenaron los hechos que culminan el 25 de mayo de 1810.

Jueves 14: Llega al río de la Plata una fragata con periódicos que confirman los rumores: el rey Fernando VII fue tomado prisionero por las tropas de Napoleón.

 

Viernes 18: Ante el revuelo, el virrey Cisneros proclama que asumirá el poder en defensa del monarca y previene sobre “los genios inquietantes y malignos que procuran crear divisiones”, llamando a no traicionar a la corona.

Por la noche, jóvenes identificados con las ideas de “igualdad, libertad y fraternidad”, se reúnen y deciden exigir al virrey la convocatoria a un Cabildo Abierto

 

Sábado 19: Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano solicitan la convocatoria al Alcalde Lezica, y Juan J. Castelli al síndico Leiva.

 

Domingo 20: Cisneros pide apoyo ante una posible rebelión a los jefes militares, pero no lo consigue, y ante la insistencia de criollos, funcionarios del cabildo y jefes militares, convoca para el día 22 el Cabildo abierto.

 

Lunes 21: Frente al cabildo, se reúne “La Legión Infernal”, hombres armados que portan símbolos de la unidad criollo-española. Exigen concretar la convocatoria al Cabildo Abierto y la renuncia del virrey. El síndico Leiva concede el primer pedido para el día siguiente y Saavedra, Jefe del regimiento de Patricios, garantiza apoyo militar a sus reclamos.

 

Martes 22: Concurren los cabildantes, y en la plaza, los infernales esperan novedades. Tras agitadas discusiones y largos discursos, se decide la destitución del virrey pero no logran acordar quién debía asumir el poder y por qué medios.

 

Miércoles 23: En la mañana, el Cabildo concierta la formación de una Junta de Gobierno, presidida por el virrey y cuatro vocales, dos españoles y dos criollos.

 

Jueves 24: La resolución anterior, provoca protestas de las milicias y otros grupos, que consiguen la renuncia de los miembros de la junta y una nueva convocatoria.

 

Viernes 25: Vecinos y milicianos se juntan, en la conocida hoy Plaza de Mayo, a la espera de las definiciones del Cabildo. Luego de horas de discusiones, se anuncia:

 

“dar por de ningún valor la Junta erigida y anunciada (…) la revoca y anula: y quiere que este Excmo. Cabildo proceda a hacer nueva elección de Vocales que haya de constituir la Junta de Gobierno; y han de ser los Señores D. Cornelio de Saavedra, Presidente de dicha Junta, y Comandante general de Armas, el Dr. D. Juan José Castelli, el Dr. D. Manuel Belgrano, D. Miguel Azcuénaga, Dr. D. Manuel Alberti, D: Domingo Mateu y D. Juan Larrea, y Secretarios de ella los Doctores D. Juan José Passo y D. Mariano Moreno, cuya elección se deberá manifestar al pueblo por medio de otro bando público”. (Acta del Cabildo del 25 de mayo de 1810).

 

Fundamentos de la decisión de creación de la Primera Junta y Antecedentes en España:

Caído el rey Fernando VII y disuelta la Junta de Sevilla, el pueblo empieza a cuestionarse quién debe gobernar, bajo qué formas y con qué medios. La puesta en funcionamiento de la Primera Junta no fue algo que ocurrió de un día para el otro ni estuvo libre de debates. Más bien, todo lo contrario: la primera organización de gobierno en el Río de la Plata presidida por Cisneros y compuesta por españoles y dos criollos se disolvió rápidamente por la falta de apoyo. Era el pueblo de Buenos Aires expresando su soberanía y reclamando mayor representación criolla.

Pero incluso después de la renuncia forzada del virrey Cisneros y de la creación de la Primera Junta el 25 de mayo de 1810, ahora sí compuesta en su totalidad por criollos, había dos posiciones muy marcadas. Comenzaban a gestarse dos visiones de país. Algunos sostenían que la junta era heredera del poder de la Corona española y otros sostenían que la junta debía representar al pueblo. El primer grupo estaba representado por la figura del presidente Cornelio Saavedra y el segundo encontraba su representación en las ideas revolucionarias del secretario Mariano Moreno.

En síntesis, el poder regresa al pueblo porque no hay quien lo detente más allá del pueblo mismo: ni el rey ni el virrey poseen legitimidad para desempeñar sus funciones. Es el pueblo el único soberano de sus decisiones políticas y gubernamentales. Y lo que el pueblo decide en esta Semana de Mayo es crear una Primera Junta cuyos miembros acuerdan en el cese del poder real proveniente de España.

Antecedentes España: En 1807, con el ambiente todavía caliente por la Revolución Francesa, Napoleón tomó la Península Ibérica, al España ser aliada colaboró en su invasión a Portugal a conveniencia. Sin embargo, Napoleón traicionó a España y las tropas francesas se trasladaron al territorio español.

La guerra que sostenían Francia e Inglaterra repercutió sobre España, que en 1807 no tuvo más remedio que permitir el paso del ejército francés rumbo a Portugal, aliado de los ingleses. En marzo de 1808 debido a que el pueblo estaba insatisfecho, se llevó a cabo un motín en Aranjuez. El rey español Carlos IV abdicó en favor de su hijo, Fernando VII. Napoleón aprovechó la debilidad de ambos y los convocó a una reunión en Bayona, Francia. Napoleón tras la rebelión de Madrid se vio obligado a actuar como juez sobre la sucesión, los reyes son obligados a abdicar a favor del emperador, coronando a José Bonaparte como rey de España.

En 1809 Martín de Álzaga intentó reemplazar al virrey Liniers por una junta de gobierno. La oportuna intervención de Saavedra, jefe de los Patricios, salvó al gobierno de Liniers, a partir de eso Saavedra pasó a ser el hombre fuerte de Buenos Aires.

En España, el derrocamiento de Fernando VII en 1808 incentivó la creación de tres Juntas en el Virreinato del Río de la Plata antes de 1810. La primera fue la de Montevideo, las otras en el Alto Perú y en La Paz, todas en nombre de Fernando

VII. Las altoperuanas cuestionaron el sistema virreinal por lo que fueron reprimidas.

 

Paralelismos actuales con la Semana de Mayo:

Si tuviéramos que encontrar una propuesta que pudiera desencadenar un movimiento similar a la Semana de Mayo de 1810, sería la dolarización. Esta nueva idea de varios economistas y algunos partidos políticos se está convirtiendo cada vez más en una realidad y por ello varios grupos han comenzado a mostrar su descontento.

De implementarse este plan, miles de argentinos saldrían a las calles a defender su idea de devolver la moneda argentina, obligando al gobierno a abandonar la medida. Las principales razones de protesta serían la desigualdad económica, el impacto en los precios internos, la necesidad de reformas en el mercado laboral y sobre todo, la dependencia económica.

Este movimiento buscaría reivindicar la soberanía argentina sobre su moneda dado que si se utilizara el dólar estadounidense se perderían grandes valores como patria y nacionalidad y volveríamos a depender de otro país como sucedió en 1810, cuando estábamos bajo el dominio español. Por tanto, ambos conceptos representan al pueblo argentino y hacen valer la idea de soberanía nacional.

 

Paralelismos entre hechos del siglo XXI y la participación ciudadana de 1810:

La semana de mayo de 1810 y la crisis del 2001 en Argentina son momentos históricos significativos que marcaron un punto de inflexión en nuestro país.

En ambos casos, hubo un creciente descontento popular, debido entre tantas cosas a las graves crisis económicas que atravesaba el país. En el año 1810, la economía se vio afectada por la caída del comercio debido a las guerras napoleónicas y la restricción impuesta por el monopolio comercial español, mientras que en el 2001 el país estaba sumido en una profunda recesión económica, con altos niveles de desempleo, deuda externa insostenible y una grave crisis bancaria. En 1810, la población buscaba independencia y autonomía política, mientras que en 2001, la sociedad argentina manifestaba su descontento con las políticas económicas y sociales a través de protestas y movimientos sociales. Esto llevó a una participación popular y movimiento civil, que terminaron jugando un papel fundamental en los acontecimientos ocurridos, En 1810, las masas populares se manifestaron en las calles exigiendo cambios políticos, mientras que en la crisis del 2001 los “cacerolazos” y las protestas masivas fueron una expresión del descontento generalizado y la demanda de un cambio gubernamental. Gracias a estos movimientos se produjo un cambio significativo en el liderazgo del país. Durante la semana de mayo de 1810, la Junta de Gobierno reemplazó al virrey español, marcando el inicio del proceso de independencia de Argentina, mientras que durante la crisis del 2001 se produjo la renuncia del presidente Fernando de la Rúa y la sucesión de varios presidentes en un corto período de tiempo, reflejando la inestabilidad política y la falta de consenso en la dirección del país. Tanto la semana de mayo de 1810 como la crisis del 2001 dejaron un legado duradero en la historia argentina. La independencia y la lucha por la autodeterminación que comenzó en 1810 dieron forma al proceso de emancipación de Argentina y a la construcción de una nación independiente. La crisis del 2001 generó un cambio en la política económica y llevó a una mayor conciencia sobre la importancia de la estabilidad financiera y social en el país.

 

Opiniones personales sobre Mayo de 1810:

Comentario: Agustín Ríos

Una lectura crítica de los acontecimientos de mayo de 1810 es clave para entender que el gobierno soberano no es algo natural que haya existido desde siempre. Es más bien una construcción, una historia con varios altibajos y momentos de quiebre. Historia que encuentra sus comienzos en las inquietudes independentistas de los criollos de 1810, se cristaliza en la Declaración de la Independencia de 1816 y que aún en nuestros días se sigue escribiendo. Constituye también el cimiento donde yace la esencia de lo argentino: la unión de consensos para hacer valer que el pueblo se gobierna a sí mismo porque no queremos ser una colonia española, sino otra cosa. Siempre que se habla del pueblo en estos contextos pienso en las comillas. Porque en 1810, ¿quién era “el pueblo”? Hombres porteños y de un nivel económico alto. Un poco de eso me parece bastante actual. Pero no por eso debemos restar importancia al primer intento de constitución de un poder propio y soberano que, con sus vicios y fisuras, permanece hasta nuestros días.

 

Comentario: Agustina Damiani

Si conocer la historia tiene una utilidad, para mí es la posibilidad de entender cómo se fue construyendo la estructura política y social actual.

En el contexto que vive el país hoy, pienso que la discusión de 1810 sobre “dependencia e independencia” está vigente en nuestra relación con el FMI. A raíz de la deuda, estamos nuevamente condicionados a un programa impuesto por un organismo internacional y bajo sus revisiones.

Por otro lado, la lucha por la soberanía se encuentra presente, por ejemplo, en las marchas por los humedales y el litio del norte, contra las minas en Esquel y las petroleras en el mar argentino, entre otras. Cuando se exige una regulación real de la explotación y renta económica de nuestros recursos naturales, estamos defendiendo nuestros territorios y la libertad administrativa en lo político y económico.

 

Comentario: Camila Di Paolo

Si bien hoy nos reconocemos como un país independiente y democrático, considero que uno ante el pasado repite o repara, y a Argentina le falta ser reparada. “La gran tragedia del mundo es que no cultiva la memoria”; no hace falta hablar de 1810 cuando el tema principal es la búsqueda de la libertad, teniendo en cuenta que actualmente estamos constantemente en crisis. Hoy no tenemos a nuestros criollos, vecinos y milicianos proclamando por un país libre y justo; nos hace falta dar media vuelta y mirar todo lo transcurrido en nuestro suelo querido, para entender que semejante hecho histórico nos dio pie a poder ser una nación con todas las letras. La Revolución de Mayo fue el auge que nos dejó con todo lo propio de Argentina, nos hizo culturales, apegados, históricos, bochincheros y egocéntricos como se nos conoce en todo el mundo con orgullo. Celebrar la Independencia y potenciar la

conciencia en honor a todos los que nos emanciparon para que podamos ser argentinos.

 

Comentario: Gregorio Sisquella

En mi opinión, el 25 de mayo es un momento crucial en la historia Argentina, quizás el más importante, debido no sólo a la importancia política que conllevó con la independencia, sino también por la formación de una identidad nacional que hasta el día de hoy predomina en todos nosotros.

Por otro lado, es de fundamental importancia reivindicar la lucha de los patriotas y el legado que esta dejó, nuestra libertad es la libertad que ellos nos legaron, y es nuestro deber como ciudadanos argentinos preservarla, siendo conscientes de nuestros derechos frente al mundo, teniendo en cuenta la complicada situación global que se vive, con potencias económicas y militares practicando el neocolonialismo.

 

Comentario: Victoria Allassia

Los sucesos de mayo de 1810 marcaron un antes y un después para el pueblo argentino. De allí nació la idea de una nación libre y soberana, y sin ella no podríamos tener el sentido de patriotismo y nacionalidad que hoy nos representa. Fue un camino difícil hacia la independencia, pero sin duda el 25 de mayo fue uno de los puntos de partida. Aunque la Primera Junta de gobierno desempeñó un papel clave en este proceso, el pueblo también merece crédito por su resistencia al poder de la corona española. Creo que lo que sucedió en 1810 es importante no solo en términos políticos, sino también en el sentido de libertad y de pertenencia a una nación y por eso celebro la libertad conseguida el 25 de mayo.

 

Comentario: Paola Cerda

En primera instancia luego del análisis e investigación sobre la Semana de Mayo y este proceso histórico, considero que las luchas por la independencia refuerzan la teoría, que en la cotidianidad parece solo un estado ideal, de que el poder reside en el pueblo. Si bien como forma representativa y organizativa este se traslada a un representante, en la teoría política existe esta idea acuñada por Rosseau, que considera que un pueblo es una unidad histórica de costumbres y hábitos de vida en común, cuyos integrantes acuerdan formar un Estado para gobernarse mejor en forma soberana. Estos ejemplos de lucha dejan al descubierto que la fuerza de la masa popular siempre será lo suficientemente importante como para cambiar el curso político de la vida de un país. Lo anecdótico será entender qué causas son lo suficientemente populares como para generar tales levantamientos/revolución.

 

Comentario: Victoria Herrera

En mi parecer la Revolución de Mayo fue un hito trascendental en la historia de América Latina. Esto gracias al patriotismo que vivía en cada uno de los habitantes que, al día de hoy, fue disminuyendo o pasando su importancia a otras cosas.

Representó la lucha por la libertad y la autodeterminación contra el dominio colonial español. Fue un acto valiente que abrió la puerta a transformaciones políticas y sociales sin precedentes. Inspiró otros movimientos independentistas y nos recuerda la importancia de la libertad y la lucha por los derechos. Es un símbolo de valentía y coraje que nos demostró que, al unir fuerzas, logramos nuestro objetivo y nos enseña que ningún obstáculo es insuperable cuando se lucha por lo que es justo.

 

Comentario: Malvina Mugas

A lo largo de tantas décadas luego de la revolución de mayo de 1810, el pueblo fue perdiendo peso en lo que respecta a la política Argentina, algo que costó obtener en su momento. Si bien Argentina dejó de ser colonia de la corona española; el pueblo argentino sigue subyugado al que esté al mando del gobierno de turno, solo una pequeña parte de la población hace ruido frente a las injusticias y actos de corrupción por parte del gobierno, mientras que el resto prefiere quedarse callado, aceptarlo o simplemente restarle importancia según de qué ideología sea partícipe. El 25 de mayo nos recuerda el coraje y la valentía de los hombres y las mujeres que lucharon por una nación libre e independiente. En la actualidad el país enfrenta muchas dificultades y siento que esto se perdió un poco porque nos quejamos demasiado pero no hacemos nada por reivindicar lo que nuestros héroes patrios nos dejaron con tanto esfuerzo. Deberíamos replantearnos un poco sobre nuestra noción de libertad.

 

Comentario: Garello Lautaro

El 25 de mayo es una de esas fechas que nos generan sentimientos encontrados, siendo sin dudas una de las fechas más importantes para nuestro país, algunas personas la minimizan como una pelea de porteños organizada en una semana y otras intentan robarse la fecha para hacer campaña política. Aunque nosotros también somos culpables de este continuo desprestigio que se le hace a este acontecimiento, recordando solo al grupo de jacobinos que hoy son nombres de calles, que a nuestros criollos y milicianos que pelearon por una identidad. O incluso desde la retórica, asociando esta fecha más a la independencia que a la revolución.

El 25 de Mayo de 1810 fue el momento en que los criollos se levantaron, exigieron no ser gobernados por españoles e iniciaron el camino hacia la libertad, destituyendo el poder vigente, proclamando el primer gobierno soberano y sembrando la semilla de la Independencia. Se recuerda a aquellos que pelearon por la patria y proclamaron vivir coronados de gloria o juraron con gloria morir.