Por Walter Camerano

“Un chico en un trabajo o en un deporte es un chico menos en la calle”, afirma convencido el ex volante leproso de 47 años. Hoy es el entrenador de inferiores del club y tiene un costado solidario muy arraigado. Sostiene varios comedores comunitarios en zonas vulnerables de Rosario, donde ve permanentemente las necesidades de los que menos tienen y sabe que para esos chicos la calle es letal. 

El ex jugador de NOB presentó varios proyectos en el Concejo Deliberante de Rosario, con el propósito de dar contención a chicos a través del deporte, pero nunca recibió respuesta. Esta falta de empatía por parte de los concejales lo determinó involucrarse en política: “Si no son ayudados o guiados por un estado presente, no saldrán de su círculo vicioso de marginalidad”, afirma el Chino Aquino. 

¿Qué te gustaría cambiar? 

Me gustaría cambiar la forma que tenemos hoy de ver la política, ya que se ve muy poco creíble y devaluada, quiero que el político esté más cerca y trabaje para la gente, cosa que hoy vemos que no es tan así y de terminar con la grieta que tanto nos divide y separa “. Vestido con su atuendo de entrenador no deja de observar y dar indicaciones a los jugadores.

¿Cómo fue tu acercamiento a la política? 

 Hacía tiempo que tenía ganas de participar en política, me faltaba un espacio donde me sintiera identificado y cuando el diputado nacional Luis Contigiani vino a hablarme, me di cuenta de que tenemos la misma visión de cómo salir de estos problemas. Sé que la única forma de ayudar es estando dentro de los lugares de poder donde se toman las decisiones. 

¿Cómo ves el futuro de nuestro país? 

Sobre el futuro, lo veo sin rumbo y muy complicado. Está a la deriva, sin ideas claras. Sin lugar a duda tiene que haber un cambio muy profundo.  Analizando el voto de las últimas PASO se nota un corrimiento del voto, que en otro momento eran propiedad de los políticos tradicionales o históricos, a sectores o candidatos menos “políticos” y más relacionados con gente de otros ámbitos, como ha ocurrido en la ciudad de Rosario donde tres periodistas fueron los más votados. “La gente no está harta o descreída de la política, entiende que ésta es la manera de gobernar o conducir los destinos de una ciudad, de una provincia o de una nación. De lo que sí está harta y descreída es de los políticos tradicionales que a lo largo de todos estos años nos han conducido por mérito de su absoluta incapacidad a esta debacle económica y social que difícilmente ellos mismos puedan revertir”, agrega. 

El Chino Aquino es una consecuencia de ese hastío de los ciudadanos comunes hacia los políticos profesionales e incapaces y la búsqueda de nuevos referentes, más comprometidos con las necesidades de la gente y menos con la corrupción de los aparatos políticos tradicionales.