Por Lautaro Bedetta

El jugador de la Selección Nacional de Beach Voley, Nicolás Capogrosso, mantuvo comunicación telefónica con “Rompiendo Líneas” y comentó cómo fue su preparación de cara a los próximos Juegos Olímpicos a disputarse en Tokyo.

En primer lugar, Nicolás mencionó el problema que tuvo junto con su compañero Julián Azaad al no poder ingresar al país: “Fue por una cuestión del cierre de fronteras por el lado argentino, así que nos cancelaron los pasajes y un viaje a Buenos Aires. De dos horas en avión pasamos a un viaje de 36 en colectivo. Eso obviamente pesó y fue complicado. Nos costó una semana de trabajo”. Sin embargo, contó que ya con la clasificación bajo del brazo “fue un poco más sencillo”.

También explicó su cronograma de viajes, dónde el próximo domingo partirá hacia España: “La idea es estar una semana con el equipo español, entrenar con ellos y el domingo 17 saldríamos para Tokyo para el 24 ya competir”. “Nos sentimos un poco fuera de ritmo pero tenemos 20 días para prepararnos y vamos a llegar bien”, afirmó.

La dupla nacional integra el grupo D de la competición junto a Brasil, Estados Unidos y Holanda. Nicolás mencionó que están conscientes de la situación y que nunca esperaron un grupo “fácil” en la mayor cita deportiva mundial. “Ya me ha tocado jugar con los 6 jugadores. Brasil y EEUU son campeones olímpicos y los holandeses bronce olímpico, va a ser una prueba muy dura pero si me preguntas a mi yo me quiero traer una medalla”, agregó.

Por último, contó la dificultad que conlleva la pandemia de por medio: “Sigue siendo difícil. No por el parate sino por lo que genera la pandemia. Yo llegué el viernes y no pude saludar a mi familia porque tengo que estar aislado. Por suerte convivo con mi novia pero hace todo lo que yo hago y va a donde yo voy. No tengo vida social hace meses, no puedo juntarme a comer un domingo en familia, no puedo saludar a mis amigos, se está haciendo larga esta situación. Hoy un test positivo de coronavirus te puede poner en jaque 4 o 5 años de trabajo”.