Por Lucía Salvalaggio

La concejala por parte de Juntos por el Cambio, Renata Ghilotti,  pasó la mañana del jueves por el programa radial Podría Ser Peor por Rosario Next para hablar acerca del proyecto de ordenanza presentado en el Concejo Municipal de Rosario que exige a los beneficiarios de cualquier plan social retribuir dicho monto al Estado con horas de trabajo. 

“Hay un montón de tareas que la ciudad está necesitando y que sería muy interesante poder empezar a articularlas tanto con el gobierno provincial como nacional” manifestó la concejala. A continuación, Renata nombró varias actividades que podrían ser consideradas en el marco de este proyecto, tales como el reacondicionamiento del espacio público, la colaboración en los vacunatorios, la vigilancia en las plazas, entre otras. 

En cuanto al objetivo de este programa, Ghilotti habló en primer lugar de la necesidad de alivianar la carga que supone hoy para los 8 millones y medio de ciudadanos que aportan, sostener el nivel de gasto público inaudito que se maneja desde hace ya varios años, por no decir décadas, en la República Argentina. 

En segundo lugar, aunque no menos importante, este proyecto apunta a introducir a los desocupados rosarinos al mercado laboral, dándoles herramientas para que el día de mañana no necesiten (ni deseen) vivir de un subsidio y fundando en ellos valores tales como el esfuerzo y el trabajo duro, “la dignidad que significa ganarse el pan todos los días”  expresó la concejala en referencia a la necesidad de recuperar la cultura del trabajo. 

“No hay números oficiales de cuantas personas están cobrando un plan social en Rosario, pero a nivel nacional los datos son muy alarmantes (…) aproximadamente 20 millones de argentinos cobran algún tipo de plan, subsidio o beneficio social” detalló la legisladora muy preocupada. “Es un problema muy profundo que tiene la Argentina desde hace años” agregó. 

Para finalizar, y en relación a las restricciones adoptadas por el gobernador e intendente en la última semana, Ghilotti expresó “yo estoy en desacuerdo, me parece que la segunda ola era previsible y no se hizo nada para transitar este momento de una manera más relajada (…) los comerciantes no pueden sostener otro año más de cierre, se trató de una medida absolutamente inmoral (…) la Pandemia ha pegado en el corazón productivo de la ciudad y esto fue fruto de una decisión política”