Por Ivan Lemaire

Betina Ramirez es la dueña del lavadero “Las Pibas”. Tiene 27 años, es madre y su impulso emprendedor la llevó a darle vida al local de calle Pellegrini 4831. El llamativo negocio, ubicado en la franja de lavaderos de Avenida Pellegrini nació en medio de la pandemia. “Me quedé sin trabajo y pensé en buscar algo en donde haya siempre laburo. Algo distinto. Entonces pensé en un lavadero” dice Betina. Sus actividades se iniciaron en Junio del 2020 y 9 meses después, lograron ser una gran opción a la hora de lavar el vehículo.

La particularidad de este lavadero, que no tiene ninguno, es que el personal es 100% femenino. Dentro de un rubro donde, mayoritariamente, se impone el género masculino, llegaron ellas para romper cualquier estereotipo laboral. “A los demás lavaderos no les cayó bien que hayamos abierto, por ser una nueva competencia y sobre todo, por ser mujeres. Nos han dicho: ‘se van a cagar de hambre’”, afirmó Betina. También confesó haber tenido problemas con algunos lavaderos, pero aún así, ella está muy feliz y le encanta su trabajo.

El equipo completo está integrado, además de Betina, por 8 mujeres mas: Elena Mercado (24 años), Antonella Brest (26 años), Florencia Espindola (21 años), Aldana Molina (25 años), Macarena Soto (26 años) que ejerce su rol como encargada del lavadero, María García Beltrame (32 años), Elizabeth Martínez (20 años), Sofía Ramirez (19 años) y la mascota de “Las Pibas”, “El Gordo”, el perro que las acompaña desde la apertura hasta el cierre del lavadero.

La convocatoria para el personal del lavadero comenzó mediante una entrevista en la red social Facebook. “Se presentaron 20 chicas, y hasta el día de hoy dejan sus currículums o me hablan al WhastApp por que quieren trabajar acá”, aclaró la dueña.

“Somos una marca registrada en la zona y en Rosario”, destaca Betina. Siendo así, el único lavadero de la ciudad en tener un personal completamente de mujeres. Aunque, no solamente son auténticas por el equipo de trabajo, sino también, por el servicio que ofrecen: “Usamos productos y herramientas de alta calidad. Es un lugar especial, porque nosotros les damos amor a los autos”. El servicio consta de: lavado de carrocería, aspirado, siliconado, encerado y aromatización. Además ofrecen polarizados, Detailing y limpieza de interiores junto con sus vecinos y un Seguro de Lluvia, que cubre una repasada en el vehículo por si llueve en las 24hs posteriores del lavado.

En sus comienzos, “Las Pibas” era exclusivo para mujeres y con el tiempo empezó a cambiar. El boca en boca comenzó a tomar fuerza y lo que era solamente para mujeres, pasó a no tener género. Betina afirmó que le “gustaría que hubiera otros lavaderos de mujeres”, no solo por la igualdad de género, sino porque es una gran fuente de ingreso que no distingue los días de la semana. Una fuente que en este caso, las ayudó a todas a estabilizarse económicamente desde hace 9 meses y que en algunos casos a una familia, como es el caso de una de ellas, madre soltera de 3 hijos. “Si yo no trabajo, mis hijos no comen”, sentenció la joven.

Betina se convierte en una referente para aquellas mujeres que deciden emprender camino en aquellos nichos apropiados históricamente por hombres. “Que lo hagan y que no escuchen. Lo que sea, lo más loco que sea. Me decían que estaba loca por abrir un negocio en medio de la pandemia. Mis amistades me apoyaban pero gente de afuera me decía cosas que si estaba floja emocionalmente, me tumbaban. Tienen que darle para adelante y confiar en su idea”, dijo. Por último, contó que su expectativa a futuro es tener más locales en Rosario, que piensa en las mujeres y que apenas pueda, lo hará.

Día tras día, las mujeres comienzan a tomar protagonismo en muchos rubros. En esta oportunidad, el lavadero “Las Pibas” de Avenida Pellegrini 4831, que rompió barreras impuestas por la sociedad y fueron más allá del qué dirán. En la semana del Día Internacional de la Mujer, un ejemplo de superación, empoderamiento y dignificación.