Por Walter Camerano
¿Pensaste que volverían mejores? La misma gente – no la del gato rico, sino la de la arquitecta egipcia millonaria – que en la gestión anterior se robó las rutas y los misiles, ¿Cómomo no se iba a robar las vacunas de los abuelos? Encima, se muestran en fotos con la bandera de La Cámpora de fondo. Es sumamente grave e indignante. Imaginate, por ejemplo, que se muere de Covid tu papá o tu abuelo por no tener disponible la vacuna, porque en su lugar, usó la dosis el hijo de Moyano, que tiene veinte años, ¿no te haría sentir un pelotudo?
En este país, la corrupción es como el mal de Chagas, endémica y difícil – teniendo fe de que no sea eterna – de erradicar. Vamos de escándalo en escándalo. Y Vizzotti, que asumió como ministra, ¿no sabía nada? ¿Era la segunda y no estaba enterada? Si siendo la segunda, no sabía nada, no está capacitada para ser ministra y, si sabía, tampoco.
Y de lo que vamos a seguir enterándonos a partir del Vacunatorio V.I.P. (Very Important People). O dicho en criollo, gente muy importante: la élite política. Además de la lista de privilegiados, ¿saldrá a la luz, por ejemplo, lo del intermediario que “trabajó” en la compra de las vacunas por cuatrocientos cincuenta millones de dólares a los rusos? Imaginate la “comisión” que se embolsó, ¿será otro nuevo millonario?
La noticia por este escándalo, de dimensiones gigantescas, ya fue tomada por los medios más importantes del mundo y replicada en sus portales. Pero, a diferencia de otros países, donde también hubo irregularidades y donde volaron varias cabezas involucradas, aquí solo fue eyectado el ministro: un impresentable, más adecuado para un programa de cable que hable de vinos, que para manejar el ministerio más importante para estos tiempos de pandemia.
Y mientras tanto, el máximo responsable de la administración, el Presi, se borró olímpicamente tomándose un avión privado desde el aeropuerto (cerrado) de El Palomar a México. Aunque aún no se sabe bien a qué fue, ya inventarán algo que nos haga creer que ese viaje era impostergable.
Volvieron. Pero, de nosotros depende que sea por poco tiempo y por última vez. ¿Por qué cambiar?… Ya no lo creo.–