Por Tomás Lombardo
Rosario Central retornó al fútbol post pandemia con el Kily González como director técnico y el objetivo de afianzar en primera a jugadores de las inferiores. Con la ayuda de Vecchio, Bottinelli y Bonansea – los flamantes refuerzos -, se consolidó un grupo que combinó chicos jóvenes con jugadores experimentados.
Tres meses después, luego de la caída ante Boca Unidos 3 a 0 en la Copa Argentina, el balance del proyecto “Kily González y los pibes” termina su primera etapa con más dudas que certezas.
El equipo canalla pasó por muchas idas y venidas, jugando algunos partidos bien, pero la mayoría dejando que desear. Central, en mi opinión, a nivel juego, tuvo su mejor partido de la Copa Maradona ante Vélez, aunque los errores defensivos y polémicas arbitrales terminaron por dejarlo afuera.
Días después, jugó su peor encuentro, en el que cayó ante un humilde Boca Unidos (equipo del Federal A), que lo eliminó de la Copa Argentina.
La regularidad es algo que nunca pudo encontrar el Kily, quien terminó esta primera etapa de su proyecto ganando 5 partidos, empatando 2 y perdiendo 6.
Lo más difícil de ver a este Central, además de la poca regularidad, es la falta de ideas en cancha que se le ve muchas veces, la más notoria fue contra Boca Unidos donde generó menos que su rival dos categorías inferior.
Refuerzos
Este es otro factor que inclina el balance a negativo. Vecchio, el más rescatable de los tres, convirtió 5 goles y fue uno de los artilleros de la Copa Maradona. El capitán intentó ponerse al hombro este barco (muchas veces sin rumbo), pero en la última semana surgieron rumores de internas en el plantel donde él es el protagonista. Sean ciertos o no, el 10 canalla fue uno de los peores en el último partido, errático y con pocas ideas. Se nota mucho la Vecchio-dependencia de este Central, donde si el 10 anda mal, el equipo no es capaz de generar ni una jugada peligrosa.
Otro de los refuerzos fue Bottinelli, que tuvo una actuación más nefasta que la otra, la frutillas del postre: el regalito a Medina para el segundo de Boca Unidos y el penal del tercero. ¿Cuánta culpa tiene Bottinelli y cuánta culpa tiene el Kily de esto? Refuerzo elegido por el DT, que no solo no rindió, sino que también, a pesar de no rendir, tuvo demasiadas chances como titular que no supo aprovechar.
Hay un grave problema en defensa si hiciste 4 penales en 2 partidos.
El último de los refuerzos: Bonansea. ¿Quién? Bonansea. Entró desde el banco en los primeros dos o tres partidos. Puede decirse que no rindió, aunque tampoco tuvo muchas oportunidades para hacerlo.
Los pibes
Es complicado generar una opinión sobre los chicos de las inferiores porque justamente, son juveniles. El Kily tenía la tarea durante estos 3 meses de allanarles el camino para que la primera no sea un sufrimiento sino un disfrute. Debutaron 10 jugadores en esta etapa. Los más destacados fueron Lautaro Blanco y Rafael Sangiovani, ambos laterales.
Marinelli, que ya había debutado con Cocca, fue también uno de los pibes más destacados de la Copa Maradona, convirtiendo 5 goles.
Central tiene material, pero el hincha tiene poca paciencia para que los chicos puedan encontrar su regularidad.Por otra parte, no se los puede criticar, la responsabilidad de este presente canalla no es plenamente de ellos. Con partidos bueno y otros malos, se pusieron la camiseta y dejaron todo.
Luego de esta primera etapa del Kily, Central se enfrenta al desafío de un nuevo mercado de pases donde sus movimientos van a ser importantísimos. El canalla tiene material, pero los nuevos refuerzos tienen que ser los tornillos que pongan a funcionar de una vez la máquina, para así encontrar la regularidad.
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