Por Lara Kuenzler
La pandemia del Covid-19 viene ocasionando un golpe global y nacional significativo en la salud pública, y las medidas de confinamiento social decretadas por el Gobierno repercuten ineludiblemente en la actividad económica en general, en el trabajador y en el emprendedor en particular. Sobre todo, a los que tenían un empleo y se vieron imposibilitados de ejercerlo, provocándoles la falta de ingresos.
Para entender la situación de muchos individuos, hay que hacer hincapié en el trabajo en “negro”. En Argentina es muy conocida esa modalidad. Son personas que se desempeñan laboralmente, que cobran un sueldo, pero no se encuentran registradas como aportantes. Carecen de la protección de la Seguridad Social, no tienen obra social, ni seguro de riesgos del trabajo. Un estudio del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), en base a datos del Indec, detalló que sólo el 55% de los hogares argentinos tiene como jefe familiar a un empleado en relación de dependencia registrado. En tanto, el 22% tiene como jefe a un asalariado no registrado y el 23% tiene como jefe a un cuentapropista.
Muchos de los trabajadores que se encuentran en la condición laboral mencionada anteriormente, durante la cuarentena no pudieron asistir a los lugares presenciales donde ejecutan su actividad profesional. Es por eso que el ingreso que tenían mes a mes -en negro- no les fue remunerado. Desde marzo hasta principios de mayo, el confinamiento decretado por el Estado nacional establecía que los ciudadanos sólo podían salir de sus casas para abastecerse productos esenciales, y el resto de los lugares que no fuesen supermercados, almacenes, quioscos, farmacias y hospitales deberían estar cerrados.
Como consecuencia del cierre, aquellas personas no registradas y con falta de ingresos tuvieron que buscar la forma de sobrellevar los meses de cuarentena estricta. Es por ello que hubo un gran incremento de mini-emprendimientos a través de las redes sociales. Tanto Twitter, Facebook como Instagram explotaron con mensajes de ayuda. Comida, barbijos, ropa, entre otros, fueron los rubros más vistosos.
Valentina Ríos, integrante del Club de Emprendedores Rosario, contó: “Creo que la gente empezó a emprender por la cuestión de que hubo rubros de trabajo que por la pandemia estuvieron completamente parados. Muchas personas que eran plomeros, gasistas y hasta estudiantes que tienen que vivir acá, tuvieron que encontrar esa changa para poder tener un ingreso extra. De eso vi muchísimo. Hay que dividir los emprendimientos que son productos y servicios. Yo veo un gran incremento en los que son productos porque se crearon un montón”
El acto de vender productos o servicios a través de las redes sociales, en algunos casos, se vio como un sustituto para palear la mala situación económica de algunas familias. Muchas veces triunfan en las redes y se hacen conocidas en cuestión de días o semanas y otras tienen que trabajar un poco más en mantenerlas. Es por eso que una vez que se abrieron los comercios y se “normalizó” la situación en el país, muchos los dejaron. “En este contexto cualquier situación laboral es complicada. Sí creo que un emprendedor tiene más desventajas ya que no tiene un sueldo fijo asegurado ni está en blanco, entre otras cosas. A la hora de emprender creo que es más complicado sostenerlo, pero no imposible”, relató Ríos.
Aunque comenzar desde las redes sociales parezca una tarea fácil, requiere de mucho tiempo y disposición. Es que hay que conocer muy bien las aplicaciones y las herramientas para crear un perfil exitoso y vistoso: de eso dependen las ventas. “Nos pasó que consultaban sobre productos que no estaban en la Social Media y cómo hacer para potenciar los mismos. Apenas arrancó la cuarentena, después del financiamiento fue la consulta que más tuvimos en el sentido de cómo podemos hacer para incrementar la venta en nuestras redes”, comentó la integrante del Club de Emprendedores.
Asimismo, en otros casos, la cuarentena ha servido para hacer del pasatiempo un emprendimiento. Juliana Boccella, fundadora de Atypical Rosario (@atypicalros) comentó: “Creé la marca en el confinamiento por una cuestión de que me sentía con mucho más tiempo libre. Con el celular investigaba los distintos programas de Play Store y me encontré con Pinterest. Yo ya la conocía, pero la usaba para cosas puntuales. Cuando empecé a explorar la aplicación y todas las cosas que había ahí mismo, me encontré con contenidos que me interesaban y que me parecían buena idea para plasmarlas en un producto que yo pueda hacer y que le llegue a la gente”.
Además, agregó: “No me vi obligada a crearlo por una cuestión de salario. De todas formas, soy estudiante y vivo con mis padres. Cualquier fuente de ingreso, aparte de la familiar, siempre viene bien. También me sirvió para independizarme y tener mi ganancia”.
Del mismo modo en el que se crearon e incrementaron los números de emprendimientos, los que trabajaban precedentemente de esta forma y en algunos rubros tuvieron que encontrarle la vuelta a productos que, debido a la pandemia, no se pueden utilizar. Es que muchos se vieron desamparados y con falta de creatividad por la inusual situación que se está viviendo, ya que encontrar una idea en el medio de la desesperación es dificultoso.
“Tuvimos muchas consultas de emprendedores que se dedicaban a un rubro, por ejemplo, de modistas o chicas que se ocupaban al diseño de ropa o vestidos que tuvieron que darle un giro a la página y ponerse a confeccionar barbijos. Un ejemplo es el de Gina Castelani, que la conocemos hace mucho y hacía vestidos a medida para eventos. Con todo este tema se largó a hacer batas, pantuflas, aromas y cosas que se pueden usar en el hogar”, relató Ríos.
Los datos de una encuesta desarrollada por la Asociación de Emprendedores Argentinas, respondida por 205 emprendedores del país arrojó que 158 (77%) utilizan canales digitales. Entre las plataformas utilizadas, el 89% menciona redes sociales como Whatsapp, Facebook e Instagram, un 27% Mercado Libre y un 22% plataformas de comercio electrónico como Tienda Nube, Wix o Shopify.
Si bien la Social Media se utilizaba perviamente al Covid-19, a simple vista se ha notado un acrecentamiento de productos y marcas en muchos rubros. Esto ha sido una ayuda para que muchas personas puedan lanzarse al comercio individual y generar ganancias con algo que les gusta.